Sale a la luz la antigua Dulantzi (Diario Noticias de Alava)

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Fernando S. Aranaz | 21.02.10 | D.N.A.
pocas veces como en el caso de Alegría-Dulantzi, la denominación de un municipio revela tan acertadamente su historia. El municipio adoptó este nombre en 1982, hasta ese momento se había denominado Alegría de Álava. Sin embargo, su primitivo nombre fue el de Alegría de Dulantzi. Ésta es la denominación con la que el rey de Castilla Alfonso XI otorgó el fuero de villa, el 20 de octubre de 1337, a una población con un particular origen.

En aquel entonces, en lo que hoy es el término municipal de Alegría-Dulantzi, existían las aldeas de Alborkoin, Ayala, Dulantzi, Egileta, Henaio, Larrara, Larratza y Olga. Sus habitantes fueron conscientes de que, ante la pujanza de las villas de Salvatierra, al este, y Vitoria, al oeste, la mejor solución para su supervivencia era la de concentrarse en un nuevo emplazamiento, para lo que se eligió la colina situada en la orilla izquierda del río actualmente llamado Alegría, cuyo nombre en aquellos tiempos ignoramos, frente a la aldea de Dulantzi, situada en la orilla derecha del citado río.

Es posible que ya entonces existiese alguna torre o fortificación en lo alto de la colina, donde hoy se encuentra la Herriko Plaza. La nueva población se concentró en ese núcleo, que fue amurallado, aprovechando en su parte norte el río como foso. Las aldeas de los alrededores quedaron despobladas, excepto la de Egileta y la de Dulantzi, la cual permaneció como un arrabal o redova extramuros, al otro lado del río. Las parroquias de las aldeas deshabitadas, se convirtieron en ermitas. En la visita pastoral del año 1556 se contabilizaron 15 ermitas en el término de Alegría. De todas ellas sólo ha llegado a nuestros días la de Nuestra Señora de Ayala.

La torre, conocida como "la fortaleza", pasó por las manos de distintos linajes, lo que avala la idea de que su existencia era independiente, y acaso anterior, a la fundación de la villa. Sabemos que en el siglo XIV, pertenecía a los Gaona, pasando luego a los Lazkano. En 1501 Bernardino de Lazkano la vendió a la Corona de Castilla. Subsistió, hasta el siglo XIX, ya en estado ruinoso. Se dice que con sus piedras se habían construido la casa consistorial y la torre de la parroquia de San Blas, contiguas a su emplazamiento.

Un proceso similar tuvo lugar un poco más al oeste, donde los habitantes de Arrarain y Garaona se agruparon en la nueva población de Elburgo, que obtuvo su fuero de villa el mismo 20 de octubre del año 1337.

Pero el poblamiento de lo que hoy es Alegría-Dulantzi y su término es mucho más antiguo. De hecho, posiblemente se encuentre aquí el núcleo de población más antiguo de la Llanada. Se trata del llamado Castro de Henaio, un lugar habitado cuyo origen se remonta al final de la Edad del Bronce y comienzo de la del Hierro, hace unos tres mil años. El poblado estaba formado por cabañas de planta circular, construidas en madera sobre una cimentación de piedra, con cubierta vegetal, ubicadas sobre terrazas, rodeándose el conjunto por un muro defensivo. El Ayuntamiento tiene prevista, para la próxima primavera, la apertura de un centro de interpretación en Henaio, donde se reproducen estas cabañas.

La llegada de Roma a estas tierras, supuso el descenso de los pobladores al llano y trajo un hecho fundamental que ha perdurado hasta nuestros días, la construcción de la calzada llamada Vía Trajana, iter XXXIV, que unía Burdigala (Burdeos) con Asturica (Astorga). Aunque no nos queda ningún resto de aquella extraordinaria obra de ingeniería, el lugar por donde pasaba es conocido todavía hoy en Alegría-Dulantzi como "Camino de los Romanos". Tras la caída del imperio romano, las tierras comprendidas entre el Garona y el Ebro se ven sumidas en un periodo azaroso. Sus habitantes, de la mano de Roma, habrían conseguido una cierta unidad a ambos lados de los Pirineos, que se sustanció en la creación del Ducado de Vasconia, en la región llamada Waskonia por sus vecinos germanos, francos por el norte y visigodos por el sur, de lo que deriva la denominación Gascogne, con la que se conoce en francés a esta zona. A este periodo corresponde la necrópolis de San Pelayo, descubierta casualmente en 1917 por un labrador llamado Felícisimo Pérez de Arriluzea, al tropezar su arado con un sarcófago de piedra. Sin embargo, no se realizaría un estudio arqueológico de la zona hasta el año 1996, efectuado por Agustín Azkarate, tras la recuperación de numerosos materiales en superficie por Aitor Iriarte entre 1990 y 1994.

La conclusión sería que la tipología de este asentamiento se corresponde con la de otros encontrados tanto en Navarra como en Álava y Gipuzkoa, correspondientes a la misma época, es decir, los siglos VI-VII.

riqueza Dulantzi proviene de la denominación del antiguo dios vascón Dulantz, que los romanos llamaron Tullonium, nombre que ha acogido para sí la actual asociación cultural de Alegría-Dulantzi.

La riqueza histórica descrita no podía menos que depararnos nuevas sorpresas. En el transcurso de unas obras realizadas en la plaza de San Martín, tras la casa de los Gaona y junto al convento de las Clarisas, donde estuvo situada la ermita de San Martín, que fue la parroquia de la aldea de Dulantzi, han aparecido los restos de aquel poblado, anteriores a la fundación de Alegría.

La casa de los Gaona o Gauna fue construida en la primera mitad del siglo XVI. El convento de las Clarisas, por su parte, fue fundado en 1581, aunque el edificio actual es algo posterior. La ermita de San Martín subsistió hasta el siglo XX; todavía hay personas mayores en Alegría-Dulantzi que recuerdan haber conocido sus ruinas.

Lo descubierto ahora consiste fundamentalmente en el cementerio que, como era costumbre en la época, se situaba anejo a la iglesia, así como las cimentaciones de la citada iglesia y de otros edificios, probablemente viviendas, así como restos de silos para el almacenamiento del grano. El cementerio está compuesto por tumbas de lajas de piedra, las cuales contienen cuerpos orientadas de oeste a este, como es habitual en los enterramientos cristianos. También se han hallado restos de cerámica. Además, por este lugar cruzaba la vía pavimentada que desde Ayala, por donde pasaba la antigua calzada romana, en uso hasta época contemporánea, entraba en la nueva villa de Alegría de Dulantzi. Los arqueólogos se dedican ahora a precisar la cronología concreta.

Tenemos pues en Alegría-Dulantzi la evidencia de un poblamiento continuo desde hace 3.000 años, un elemento patrimonial de gran valor.
Vista de Dulantzi